viernes, 16 de diciembre de 2011

Parejas con diferencia de Edad, ¿Realidad o Interés?

Cada vez es más frecuente ver a personas jóvenes en compañía de personas maduras. Se les ve muy amorosos, muy dedicados a la pareja, etc. Algunos piensan que los jóvenes ven en la persona madura alguien que les pagará los gastos de ocio y manutención, a cambio ellos tendrán que corresponder con la lozanía y la juventud que poseen.Para muchas personas mayores cuando se llega a la década que va de los 40 a los 50, o irremediablemente en la de los 50 a 60, por mucho que una persona se cuide o muy vital se sienta por dentro, la juventud comenzará a tomarse como un recuerdo.

Con frecuencia los hombres a esas edades parecen ser muy vulnerables a ese sentimiento de pérdida, especialmente en lo que se refiere a la calidad de su rendimineto sexual y atractivo físico. Es por ello que buscan personas jóvenes para sentirse ellos tambien más jóvenes, con la ventaja de contar con el plus de la experiencia.

Pero en general, los pronósticos no son muy auspiciosos para este tipo de uniones, ya que se trata de relaciones transitorias. No durarán más de cinco años, período tras el cual este tipo de relación tenderá a quebrarse o en su defecto consolidarse bajo rígidos patrones.Para la persona joven, en este tipo de uniones el atractivo físico y la atracción sexual no es lo fundamental, influye más la personalidad, la sabiduría y el poder que simboliza una persona mayor. También pesa la seguridad económica que pueda brindarle, la superioridad cultural y la experiencia.

Cuando existe una diferencia de más de 20 años,  inevitablemente uno de los dos tratará de llevar al otro a su ámbito. La persona menor tratará de “rejuvenecer” al mayor,  transmitiendole un ritmo de vida propio del frenesí juvenil. Pero lo conseguirá solo por un periodo corto, mas bien el joven terminará “aseñorándose”. De esta manera se destierra la supuesta creencia popular de que un hombre mayor se sentirá “embobado” con su joven pareja y hará todo lo que este quiera. La gran parte de las veces, es el menor quien se adapta al estilo de vida del mayor, restringiendo así su propia autonomía y sintiéndose como un bicho raro, al relacionarse en el entorno del mayor.

Una característica común en este tipo de uniones, son algunos afectos psicológicos inconclusos de la pareja joven, que inconscientemente busca en el mayor satisfacer necesidades no resueltas. Por ejemplo, una carencia paterna importante durante su infancia. Y si el principal vínculo es el paternalismo,  la duración promedio de esta unión va a disminuir. Cuando los roles dentro de la relación rigen en la dependencia, en el sentido de que el mayor siempre actúa como el padre de su pareja, es muy difícil que sigan adelante, ya que la carencia paterna despues de la adolescencia, se subsana al cabo de poco tiempo.

En algún momento la parte menor querrá emanciparse y deseará tener a su lado a alguien contemporáneo con quien compartir experiencias en común. El porcentaje de  actos de infidelidad por parte de la persona joven, son altos ya que al poco tiempo se dará cuenta que son menos las coincidencias y más las diferencias con la persona mayor, de lo que se pensó en principio.

Para muchas personas este tipo de uniones, no es más que mercantilisimo puro a cambio de afectos y caricias, y en el ambiente gay no es la excepción. Pero tampoco es siempre así y en ocasiones el amor no sabe de diferencias de edades. Es una cuestión de simetría pura y de acoplamiento, finalmente nadie sabe lo que es el amor y como se desarrolla y en la búsqueda de una respuesta, nos colocamos parámetros amorosos que al final no dan los resultados esperados.


1 comentario:

  1. Tienes mucha razón. Antes me gustaban los hombres mayores y ahora, también me gustan los jóvenes (entre ser o no ser, tener).
    Yo creo que esto es como el tema de si el tamaño importa o no. Cada uno conoce su verdadero gusto personal: al enfrentarlo, se padece o se disfruta.
    La edad, que es un hecho biocronológico y psicosocial impuesto para todos, a nivel individual y de pareja puede ser una tragedia o una demencia insoportable: tal vez un equilibrio sería asumirla como una comedia.
    A una edad intermedia, los mayores casi todos ocupados y los jóvenes buscando experiencias, me provocan un deseo parecido.
    En las relaciones sexuales, la experiencia que dan los años es tan importante como el vigor juvenil: es excitante jugar a ser padre o hijo, maestro o aprendiz, guía y explorador, loco o sabio. Intercambiar esos roles aviva la flama erótica. El interés en vivirlo como pareja debe ser mutuo para que resulte.
    "Asi no se terminará siendo un anoréxico sexual
    ahíto de pura bulimia sentimental o viceversa."(c)
    Y hablando del amor, a cualquier edad...
    "Mañana quién sabe qué habrá,
    si el globo terráqueo gira
    y nuestra alegría es centrífuga:
    ¿alcanzarán para todos las estrellas?
    Ea pues, adiós ahora o te aburrirás.
    Te dejo en libertad" (c)

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