Este es un tema del que las personas poco hablan. Dicho de otra manera, prefieren no hablar.
Por lo general, la relación de amantes es poco aceptada socialmente, pues la misma trae consigo el entorpecimiento de las buenas relaciones entre una pareja, la ruptura de ésta y en el peor de los casos, la disolución de una familia.
Sin embargo, es preferible no hacer juicios acerca de por qué una persona decide tener un amante o ser amante de alguien.
Por lo general, las personas se entusiasman con aquel o aquella que después será su amante. Es preciso resaltar que pocas veces, este entusiasmo es amor Muchas veces es enamoramiento pues idealizamos y exaltamos en el o la amante cualidades que creemos no tiene o perdió nuestra pareja. Generalmente, en el plano emocional y sentimental, se pierde más de lo que se gana en una relación de este tipo. Por ejemplo, compartir espacios con el o la amante es muy limitado por lo que llegar a tener una relación comprometida es difícil. A algunos les da resultados, pero después de haber pagado un alto precio. Compartir momentos importantes es difícil lo que va cargando de frustración a quienes se involucran en esta relación. Una vez que se da y aun cuando es muy placentera, resulta muy doloroso el término de la misma.
Existe una confusión tal de sentimientos en ambos que complica la situación de ruptura entre los amantes. Se autocuestionan por el engaño del que es producto su pareja formal pero al mismo tiempo la culpabilizan, tratando así de justificar su "segundo frente".
Viven una vida complicada tratando de cumplir con todo el mundo: la pareja, los hijos, el o la amante. Restan tiempo productivo al trabajo para poder estar con la persona que consideran es el refugio y apoyo para todos sus problemas.
En el plano familiar, generan un ambiente adverso debido a que maximizan los defectos de su pareja y minimizan sus virtudes, recriminándoles siempre por cualquier tontería y creando así un clima de incomunicación.
Las causas que llevan a una persona a la búsqueda de una relación diferente a la formal, pudieran ser muchas. Pero la principal es la incomunicación. No son pocas las parejas que comienzan a manifestar insatisfacciones, no sólo en el plano sexual sino en el plano general de la relación.
Esto se debe a que cuando decidimos formar una pareja, nos imaginamos interactuando con ella de una forma determinada, por lo que cargamos nuestra relación con una serie de expectativas que después no se cumplen. Al no cumplirse, nos llenamos de frustración y comenzamos el juego de buscar en otras personas lo que supuestamente nuestra pareja no nos da.
Decimos supuestamente, porque en la mayoría de los casos son situaciones imaginadas por nosotros mismos y no circunstancias reales, las que nos llevan a cometer errores en la relación con nuestra pareja.
Es por ello que, se hace necesario el conocimiento profundo de la persona con la que decidimos unirnos y no el planteamiento imaginario de situaciones que sólo están en nuestra cabeza.
Si la necesidad de realizar lo que nosotros creemos debe ser una relación es imperiosa, tenemos entonces que conversar con nuestra pareja. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que cuando dos deciden tener vida en común, se unen con sus defectos, virtudes, cualidades y costumbres y no podemos trabajar jamás en función de cambiar al otro. Dejemos de exigir que las cosas sean como nos las hemos imaginado. La fantasía es una cosa y la realidad es otra. Ambos deben lograr acuerdos para que las cosas fluyan en un ambiente donde los dos se sientan satisfechos. De esta manera estaremos respetando nuestra relación, a nuestra pareja y evitamos buscar en otros "lo que no conseguimos en nuestra pareja". Al final, tampoco estamos seguros de que otros nos puedan dar lo que imaginariamente estamos necesitando. Démosle sentido a la comunicación, el respeto mutuo y el verdadero amor.
Califica el articulo 1-10