viernes, 23 de diciembre de 2011

Modificar a nuestra Pareja, ¿Optimismo o Masoquismo emocional?

Si tuviéramos que contabilizar la cantidad de personas que nos han contado sus problemas sentimentales con sus determinadas parejas para luego verlos tomados de la mano, de hecho perderíamos la cuenta fácilmente. El principal factor es cuando ambas personalidades son completamente dispares (una diferencia de edad muy amplia por ejemplo), y muchos se dan cuenta de ello al cabo de un tiempo estando juntos. Algunos prefieren adaptarse y dejarse llevar por quien tiene la personalidad mas fuerte, antes de quedarse solos. Pero otros tratarán de “arreglar” o “reparar” a su pareja a como dé lugar, empezando una “batalla” de amor-odio silenciosa que une y no separa.

El que se deja llevar o sumiso, prefiere un hombre dominante aunque le sea infiel. Porque sabe que si alguien lo ataca o trata de seducirle, su hombre lo defenderá, y destruirá a todos aquellos que quieran aproximarse a él. Así su hombre le demuestra que es de su propiedad, y el sumiso se sentirá en las nubes por el coraje de su macho alfa. Su baja autoestima, les pone fácil el pensamiento de que su pareja debe tener una mezcla de características positivas y negativas aunque sean desproporcionales. Aún así, en este tipo de relación es posible que las personas se quieran y eroticen sus relaciones sexuales en base a sus personalidades. Aunque exista una mezcla entre dependencia y egocentrismo, entre sumisión y autoritarismo.

Pero también existen otras personas que son incapaces de sostener una relación de estas dimensiones. Pero son volátiles, ya que no quieren dejar que el hombre de sus sueños por muy rebelde que sea, se les escape de las manos. Quieren reparar los desperfectos que este tiene y así tener la relación idílica que sueñan. Antes de empezar con su fase de reparación quieren conocer todos las imperfecciones de su pareja. Si le agrada abrir la relación a otras personas, si le gusta seguir viendo a sus follamigos de toda la vida, si se va de bares. discos o after’s con sus amigos, si se pone hasta los codos de alcohol y drogas, que tan “chonis” pueden llegar a ser, etcétera.

Al principio para conocer el espacio de desarrollo de su pareja, el volátil se suma al rollo de este por estar cegado de amor o por como lo ponen mirando pa’ Cuenca. Esto será por tiempo limitado ya que no desean estar siempre dependientes del modo de diversión, interactuación y caja de vicios de su pareja. Acabada la fase de diagnostico y con su rebelde a buen recaudo, comienza la fase de reparación:

•El primer paso es darle en su autoestima: comienza a criticar su vestimenta si va muy macarra, sus amigos con los que sale, los “agregados” en la rutina sexual de la pareja, le revisa y contesta el móvil para dar por saco a sus follamigos y se asquea de sus hábitos.

•El segundo paso, es incluirlo en eventos con “creatividad social”: exposiciones, cenas con otras parejas, cenas con familiares, ir al cine comiendo un kilo de palomitas y dejar de piratear las películas.

•El tercer paso, es darle a conocer la sencillez y belleza de las cosas, como ver el mar bajo la luz de la luna, luego llegar a casa tomar un vino, hacer el amor y dormir abrazados.

El rebelde sin duda, se sentirá fuera de contexto. Ya que primero su pareja le celebraba y compartía sus gustos, obsesiones y vicios. Ahora se los critica y le cambia todo su esquema de juego. Y de no saber moverse en ese esquema sabe que tendrá que soportar por parte de su pareja: iras, reproches, críticas a su pasado, monosílabos como respuesta, chantajes emocionales y dramas existenciales.

La percepción que tiene de lo que está ocurriendo suele ser poco clara, vaga y confusa. La mezcla de sentimientos nubla la percepción de la situación, no encontrando la conexión entre la emoción y la razón, generando resentimientos al sentir que si antes tuvo el control de la situación, ahora le tocaba ceder. Comienza a odiar su relación, pero ya no puede vivir sin ella.

Como su pareja le exige un cambio, tiene solo dos opciones:

1.No cambiar ni ceder. Llevaría a la pareja a una situación de conflicto permanente, insatisfacción, sentimiento de culpabilidad, miedos e inseguridades y faltas de respeto. Situación nada deseable, ya que la relación terminaría en malos términos y pueden originar venganza por despecho.

2.Cambiar radicalmente. Que una persona renuncie a lo que le gusta, por una pareja supuestamemte complaciente en una relación placentera, tiene dos consecuencias:

■Que te ponga los cuernos con la otra media ciudad que le falta aunque durmáis juntos, y en medio de esa vorágine, conozca a otro que comparta sus inquietudes y escape sin dejar rastro.
■Que se convierta en la “pareja perfecta”. Se va a la cama después de ver el Telediario nocturno y que sus únicos vicios sean el cine y los libros. En ese momento el volátil fiel a su estilo, terminará agotándose de una relación tan aburrida, que cae en el hastío sin emociones ni sensaciones. Se da cuenta que empieza a extrañar a su rebelde de antaño y lo quiere de regreso.






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