La Perdida del Romanticismo en las Relaciones

En el capítulo siete de Gayxample-Serie Web, Iván le pregunta a Lluis, ¿Dónde ha quedado el romanticismo? a lo que Lluis responde: “En las pelis de Meg Ryan…” y pareciera que nunca mejor dicho. Muchos hemos aprendido a llevar nuestra individualidad de tal forma que al conocer nuestras fortalezas y debilidades, nos volvemos menos proclives a sentir una dependencia emocional a la hora de estar en pareja.
Queremos una relación divertida y oxígenada, sin condicionamientos que la compliquen. Esta transformación quizá haga que el interrelacionarse con otra persona sea más sencillo y sin esperar mucho.
Pero no podemos afirmar con rotundidad que las relaciones de ahora sean mejor avenidas que las pasadas. Aunque muchos  detalles se han perdido con la modernidad y si antes se magníficaban, ahora se les ridiculiza. Veamos algunos casos:

• ANTES.- Una flor o un ramito de violetas -como dice la canción de Cecilia-, hacía emocionar hasta al más duro. El saber que tu pareja se ha juntado un dinerillo o ha saltado la verja del vecino para poder tener ese detalle, era algo sumamente especial.
• AHORA.- Rosas, violetas o claveles, es super cutre. Que de orquídea  no baje y dentro de una caja transparente y el logo de una floristeria. Y para darle el toque de elegancia, tiene que ser enviado vía courier, como si el beso de agradecimiento fuese para el repartidor.

• ANTES.- Dedicar una canción. Recibes una llamada telefónica a las tantas de la noche. Tu pareja te pide que sintonizes una emisora radial. Al rato oyes al locutor decir: “Una canción dedicada de “fulano” para “mengano” con mucho amor”.Te sientes importante y te quedas sin palabras.
• AHORA.- ¿Dedicar una canción? ¡que tonterìa! prefieres que te regalé el CD, eso sí original y no descgardado de internet(por lo de la ley Sinde). A la radio se llama para poner a parir o terminar a lo bestia con la pareja, no para hacer alardes amorosos. Eso es de frikis.

• ANTES.- Cartas de Amor. Despiertas y por debajo de tu puerta o en el buzón, encuentras un sobre en blanco con tu nombre. Lo abres y ves una carta con letra ininteligible y la firma de tu pareja. Quien no se cansa de agradecer a la vida que hayas llegado a la suya. Quiere estar siempre contigo, conocer a tu familia y agradecer a tu madre que te haya parido, casarse en poco tiempo, etcétera. No esperas mucho para llamarle y darle un “Sí” a todo sus deseos.
• AHORA.- Si estás bajo el efecto de tres cubatas, tienes el ordenador a mano y te apetece enviar unas lineas cariñosas a tu pareja, será vía e’mail con copy/paste de poemas de Bécquer. Pero con el efecto del alcohol, pudiste hacer el copy/paste en el poema equivocado. Cuando tu pareja lo abre, alucina y flipa de colores con lo que lee: “…pero mudo y absorto y de rodillas, como se adora a Dios ante su altar, como yo te he querido, desengáñate: ¡así no te querrán!”

• ANTES.- Peluches. Sea del mercadillo o uno que tuvieras guardado para esa persona especial, no dudas en regalárselo a tu amor, no sin antes perfumarlo con tu esencia personal. Sabes que tu pareja se emocionara por el detalle.
• AHORA.- Un peluche especial tiene que ser bien del Corte Inglés o de importación. Los de Build a Bear, perfumados originalmente y personalizados con el nombre de la pareja y que no bajan de €35, son las únicas opciones para quedar bien.

• ANTES.- Ecards. Abrías tu cuenta de correo y hay un mensaje que dice, “Alguien te ha enviado una postal”. La abres y ves que es de tu pareja. Sonríes tiernamente y lo guardas, no sin antes devolverle otro de agradecimiento.
• AHORA.- Si ves un mensaje con el anterior mensaje, de seguro lo eliminas ya que piensas que es un virus. Y si lo abres te parece tonto, pero llamas para agradecer o mientes diciendo que tu bandeja de entrada estaba saturada y no recibiste nada.

• ANTES.- Llamadas telefónicas. Desde para dar las buenas noches hasta para decirle lo que has desayunado, cualquier conversación se vuelve interesante. Hacéis el tonto hasta para colgar, “Cuelga tú”, “Ay no, cuelga tú amor”, “Que no, cuelga tú peque”.
• AHORA.- Llamadas las justas. Si se tiene pareja hay que verse y dejarse de chorradas. Y si aún después de verse, incluís llamadas a cada momento, mas que romántico daría la impresión de una especie de control y “marcaje”.

• ANTES.- Encontráis el amor de vuestra vida y queréis presumir de ello. Haces una reunión de super urgencia con tus amigos y presentas a tu novio en sociedad. Todo es felicidad ya que te hace bien, recibir la aprobación de los demás.
• AHORA.- Antes de que tus amigos conozcan a tu pareja, te cercioras que entre ellos no haya alguna zorrilla que te lo pueda quitar. Ya no se concibe la idea de que tanto la pareja como los amigos deban de ir en el mismo saco.

• ANTES.- Serenata. Estás deshojando margaritas echando de menos a tu pareja y de pronto, escuchas que alguien cantando menciona tu nombre. Sales por la ventana y ves a tu pareja vestido de tuno o de mariachi. Bajas emocionado a darle un beso y os aplauden. Te conviertes en la envidia del barrio.
• AHORA.- Escuchas música alta por tu ventana y antes de salir a ver que pasa, llamas a la policía. Si luego ves que es tu pareja que te dice “amor te quiero”, no sabes donde esconder la cabeza, los vecinos se descojonan de ti. la policía esta llegando, y no sabes si bajar a darle un beso o darle un guantazo.

• ANTES.- Te piden en matrimonio en una cena romántica en una resturante. Dices, “Sí” y todos los concurrentes os aplauden. Saber donde váis a vivir o de que os sustentaréis no cuenta en ese momento.
• AHORA.- Antes de pensar en matrimonio, tomáis en cuenta si tenéis vivienda, y estabilidad laboral. Luego hacer los presupuestos de los gastos de la boda, el viaje de novios, catering y demás. Si todo va bien deciden casarse sin tanto protocolo y si no, lo aplazáis.

Y quizá este cambio se deba que el amor romántico que parte del concepto de que somos una fracción y necesitamos encontrar de otra mitad para estar completos, se está acabando con la individualidad. Aunque aún ahora hay muchos que se dejan alienar por los medios de comunicación, con películas, novelas, publicidad o series románticas y lacrimógenas. Pero actualmente el quedarse solo o el estar en pareja, es parte de una etapa de nuestras de vidas, y ya no de una buena o mala suerte cósmica o castigo divino. Además, el concepto romántico pierde fuerza para utilizar la lógica, la cual consiste en que el amor es la unión dos “enteros” y no en la unión de dos “partes”.

Y Vds.
¿Sóis románticos?
¿Preferís la lógica o dejarse llevar por las emociones?