Una buena relación de pareja no cae del cielo ni funciona por arte de magia. El sentido común, la intuición y la suerte juegan un papel importante al momento de elegir a la pareja. Sin embargo, una vez que establecemos el compromiso de estar juntos, también necesitamos información que nos preparare para lo que se avecina.
Todas las relaciones cambian con el tiempo. Como pareja, esperamos que la vida nos dé sorpresas que nos llenen de felicidad pero también habrá ocasiones en que no compartiremos el mismo punto de vista. No importa cuánto tratemos, simplemente no lograremos ponernos de acuerdo. Estos retos son tan predecibles como las cuatro estaciones del año. El factor decisivo es cómo actuar en cada una de las etapas por las que pasara nuestra relación.
Hay cinco etapas en toda relación: el Romance, la Rutina, el Conflicto, la Desilusión, y la Transformación.
Cada etapa tiene su atractivo particular, sus retos y lecciones. Este artículo presentará la Etapa del Romance y explicará cómo ésta influye en la relación, así como también nos ayudará a reconocer y estar pendientes cuando aparecen ciertas “señales de alerta”.
La Etapa del Romance o Enamorado
En esta etapa podemos esperar tres cosas: enamorarnos, idealizar al ser amado y ver que se hagan realidad nuestros sueños. Esta etapa es crucial porque los matrimonios felices se basan en el afecto, los momentos felices y los sueños compartidos al inicio de la vida en pareja.
Enamorarse es uno de los eventos más especiales de nuestra vida. Cuando ocurre, todo se colma de vida, nos sentimos llenos de energía, entusiasmo y deseo. Los momentos que pasamos juntos están llenos de felicidad, con cenas a luz de la vela, largos paseos, tranquilas charlas y mucha ternura. El tiempo parece detenerse cuando estamos con el ser amado y se hace una eternidad cuando estamos separados. Nos sentimos realmente cautivados. Es como si hubiéramos conocido al ser amado toda la vida. En ese momento, creemos que hemos encontrado a aquella persona que estábamos esperando –nuestra pareja perfecta, nuestra alma gemela.
Otros pueden burlarse de nosotros por actuar como si la luna nos perteneciera y pudiéramos caminar a su alrededor. No es de sorprender que este estado haya sido calificado como “un estado de imbecilidad temporal”. No es sólo que nuestro corazón “para de latir”, si no que también nuestro cerebro se ve afectado. Cuando todo marcha sobre ruedas nos sentimos felices y cuando no, nos deprimimos. Nuestro regocijo es causado por un incremento de la fenitelamina, una sustancia química producida en el cerebro que mantiene nuestro estado anímico a altos niveles. Es interesante que este mismo compuesto químico se encuentra en el chocolate, el regalo más popular durante el Día de San Valentín.
Una precondición para enamorarse es haber sido criado en una cultura o familia en la que se crea en eso. Cuando llegamos a la adolescencia no sólo nuestros amigos si no que también nuestra cultura espera que nos enamoremos. Si nosotros creemos que nos vamos a enamorar entonces la posibilidad de que ello ocurra es solo cuestión de tiempo.
La idealización del ser amado ocurre cuando nos enamoramos y optamos por ver no sólo lo que es, sino que también lo que podría ser. Queremos ver solamente el lado positivo de la persona amada y, en consecuencia, tendemos a ignorar sus rasgos negativos o imaginamos que con el tiempo éstos desaparecerán. Es común creer que el amor lo conquistará todo, sin importar cuales sean los obstáculos que se presenten. Exageramos las mas mínimas cualidades y fortalezas, imaginando que con nuestro amor y apoyo éstas crecerán y que los rasgos negativos desaparecerán.
O, por otro lado, tratamos de vivir un ideal y mostrar nuestra mejor cara para actuar de la forma que pensamos que nuestra pareja quiere o espera. No es que queramos deliberadamente engañar a nuestra pareja, sino que actuamos así porque creemos que no somos lo suficientemente buenos y tememos desilusionar a nuestra pareja.
El Compartir los Sueños sucede cuando queremos amar y ser amados y confiamos que nuestro amor durará para siempre. Surge el sueño de vivir “felices para siempre” y se convierte en la fuerza que nos impulsa a tomar los siguientes pasos en una relación:
Como pareja, desarrollamos sueños en común y hacemos promesas al ser amado sobre estos sueños. Para convertirnos en la pareja ideal tratamos de que nuestros propios sueños encajen con los de nuestra pareja.
Los sueños compartidos son como el elemento unificador de la relación. Estos nos atraen para formar una fuerza única, nos convierten en un equipo que trabaja hacia la consecución de un mismo objetivo. Cuando “mis sueños” y “tus sueños” se convierten en “nuestros sueños” sentimos que compartimos una misma meta, un mismo destino por el que vale la pena luchar. Esta explosión de sentimientos nos puede conducir a la convivencia o al matrimonio.
Señales de Alerta en nosotros mismos y en nuestra pareja a las que debemos prestar atención:
Frecuentemente, en la Etapa del Romance, mostramos versiones censuradas y editadas de nuestra persona. En vez de mostrar nuestro verdadero YO, únicamente mostramos nuestro lado positivo. Desafortunadamente, cuando hacemos ésto, nuestra pareja no tiene una visión plena de quien somos, sino más bien, solo una muestra de nuestros puntos buenos. O, también puede darse el caso de que sea nuestra pareja quien esté mostrando sólo una parte de si mismo, mientras que nosotros nos sentimos confiados de que se está mostrando tal cual es.
El problema que surge al tratar de vivir expectativas ajenas es que surge una fuerte tendencia a actuar de cierta manera, lo cual, con el pasar de tiempo, termina haciéndonos sentir mal. La pareja que trata de vivir un ideal frecuentemente se siente tensa e insatisfecha, pero no sabe como dejar de “actuar”. Puede pensar: “En realidad yo no soy así, pero si muestro mi verdadero YO, el no me amará mas”. Tener miedo de romper estos lazos puede convertirse en una forma de vivir que puede quizá posponga o evite el conflicto por un tiempo, pero ésto conduce inevitablemente a la infelicidad. Este juego debe terminar si la pareja desea disfrutar de la vida y tener una relación duradera.
Para mantener una relación viva y sana, muéstrese tal como es en dicho y hecho. Sea sincero y actué de la misma manera. Sobretodo, sea honesto con su pareja. La honestidad sobre sí mismo y lo que desea o quiere para el futuro formaran los cimientos de una relación sólida.
Si usted acepta a su pareja tal como es, lo más probable es que su relación se desarrollará con menos conflicto y el amor será mas profundo.
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