jueves, 2 de agosto de 2012

El Dolor de la Traición


La Traición es una de las acciones mas bajas que pueden cometer los seres humanos, cuando una persona deposita su confianza, su cariño y amor en otra persona esta queriendo no la apariencia, ni el exterior de su físico, esta amando su integridad, sus sentimientos, su valor espiritual, su alma.

Estos elementos llamados sentimientos son como el perfume que está dentro de un frasco que puede ser muy bello pero lo importante es el contenido, ese perfume es lo que apreciamos también en los seres humanos.

Cuando una persona nos traiciona y lo sabemos, el dolor es inminente y es a nivel de alma, el dolor del alma a veces es más fuerte que el de cualquier enfermedad física, nos hiere muy hondo y nos puede conllevar por su profundidad a enfermedades como la depresión, des orientación, u otras enfermedades que se desarrollan cuando nuestras defensas bajan y las llamamos enfermedades oportunistas, entre ellas el colon irritable, cáncer y otras muy peligrosas.

Las traiciones durante siglos han sido escenarios de tragedias, muertes, violencias, suicidios entre otras maléficas historias. Arrastran consigo dolor, decepción, venganza, odios, celos, y pasiones de baja frecuencia, todo ello porque cuando los seres humanos no estamos en armonía y amor generamos energías negativas y atraemos sólo lo inadecuado hacia nuestro camino. La mejor manera de frenar esto es actuando bien, con honestidad, sin engañar, siguiendo lo que los metafísicos llaman la regla de oro que dice: no hagas a otro lo que no te gusta que te hagan a ti, cuando empleamos esto el camino se convierte en un paseo transitable, porque nada que hagamos a otro queda sin causa y efecto, son leyes universales que cuando las infringimos van en contra de nosotros mismos.

Hemos escuchado hablar de la Ley de la atracción, nosotros somos los que escogemos vivir en desarmonía o en pleno amor y abundancia, sólo depende de nuestros pensamientos y de nuestro comportamiento. Cuando somos los traicionados, y ese ser amado o amigo nos traiciona, nos sentimos impotentes ante tan infame acción pero ¿que vamos a querer o a amar en esa persona después de la traición?, si nuestra confianza queda derramada por tierra, el frasco de perfume se rompe, la esencia se evapora en un instante, y nos queda el dolor, es un dolor indescriptible porque los dolores que involucran sentimientos se introducen en un lugar muy sensible al cual llamamos alma y sólo el tiempo y el perdón liberador podrían sanar la herida que nos deja esta acción. Hay personas que aun siendo traicionadas insisten en mantener esa relación extremadamente dañada, pero estas personas sólo se siguen lastimando, porque aunque perdonen de corazón, el engaño cruel y despiadado es imposible olvidarlo de nuestra memoria por sus determinados eventos que nos han causado una huella o herida sentimentalmente de inigualable magnitud. Aunque no lo expresen y decidan acallar sus sentimientos los seres humanos que han sido engañados sufren callados y tienen a veces ideas fijas asociadas a los hechos, por momento parecen felices pero en el fondo hay una impotencia, un desvelo, y una falta sobretodo de estima y valía que les hace humillarse. aceptar, y seguir conviviendo con quien les traicionó porque no se creen merecedores de una relación más sana y basada en valores morales de integridad y respeto.

Este tema es muy delicado porque a veces el que perdona continua aceptando a la persona que traiciona, lo hace porque existen lazos muy preciados como hijos, familia, bienes comunes y ponen en la balanza el tamaño de las perdidas lo que les hace bajar la cabeza y continuar una relación que ya de por si no tiene sentido de existir por que no está basada en el amor.



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