Sexo Gay Sin Condón

Barebacking es el término en el argot de la comunidad gay para describir la práctica del coito anal sin condón, una tendencia que se ha popularizado en algunos círculos a pesar de las advertencias de los profesionales de la salud sobre su inminente peligro.

Traducido generalmente como sexo a pelo, también se le denomina raw sex o sexo crudo porque implica una penetración piel contra piel, a veces vinculada a conductas riesgosas y consumo de drogas, a menos que se trate de una pareja monógama y estable.

La decisión no siempre es fácil, especialmente en el calor de una relación activa, cuando ambos hombres están excitados rozándose y relegan el sexo seguro a un segundo plano. Este comportamiento, no obstante, puede tener un efecto atroz en el futuro de las personas involucradas ya que el sexo anal sin protección aumenta drásticamente las probabilidades de contraer o transmitir el VIH u otra enfermedad de transmisión sexual.

¿Por qué tomar el riesgo?

Una nueva generación de hombres gay que no atravesó por los tiempos devastadores del inicio de la epidemia de VIH/SIDA, ha crecido aceptando el sexo sin protección. El mensaje sobre el sexo seguro ha ido perdiendo su fortaleza en la medida en que han aparecido nuevos tratamientos que han logrado que el SIDA sea una enfermedad controlable. Es cierto que los tratamientos han mejorado mucho, pero el VIH continúa cobrando miles de vidas cada año.

También existe una apatía general y hay personas gay que creen en el mito de que es inevitable contraer el virus si van a tener relaciones sexuales. Este estado de ansiedad los lleva a buscar la infección. Y obviamente, hay hombres que practican en el sexo a pelo porque sienten atracción y excitación al hacerlo.

Otro problema frecuente es la naturaleza del condón. Los condones son generalmente vistos por los hombres como un impedimento para obtener mayor placer, y muchos quieren lograr sensaciones más palpitantes y placenteras durante la penetración.

Algunos portadores del VIH creen que como ya padecen del virus no tienen necesidad de protegerse en relaciones sexuales con otros hombres seropositivo. Sin embargo, los hombres con VIH corren el riesgo de reinfección, que sucede cuando una persona que vive con VIH se infecta por segunda vez con otra versión del virus. En estos casos, la persona también está en riesgo de contraer otras enfermedades de transmisión sanguínea que pueden acelerar su deterioro y hasta precipitar la muerte.

El otro lado de la moneda

Obviamente que el barebacking no conlleva ningún riesgo si los dos hombres saben que no están infectados con el VIH y mantienen una relación monógama. Para ellos, no usar condón permite un acercamiento afectivo que expresa confianza mutua y a su vez los compromete aún más a permanecer monógamos.

Incluso en una relación estable, el amor ciego puede impedir que una persona perciba baches en su relación, y la realidad es que algunos hombres gay – pero no todos – son infieles, igual que lo son algunos hombres heterosexuales con sus mujeres.

Si se trata de una relación sexual casual, la otra persona puede mentir sobre su estado serológico o quizás no se haya sometido a la prueba de diagnóstico y desconozca que tiene el virus.  Por eso se recomienda practicar sexo seguro con cualquier persona que no sea una pareja estable.

Falta de amor propio

Tener sexo sin protección puede ser un indicador de baja autoestima ya que la persona se desvalora a sí misma, poniendo su salud en peligro, por una relación.  Combinar el sexo con el consumo de drogas o alcohol también puede llevar al acto penetrativo sin preservativo, porque las sustancias a menudo desinhiben a los usuarios y los hace sentirse más seguros de lo normal.

El sexo sin protección es una forma de juego similar a la ruleta rusa. Si una persona está dispuesta a arriesgarse, lo más indicado sería reducir el número de parejas, preguntarles directamente su estado serológico y evitar la eyaculación dentro del ano. Aun si no hay eyaculación, el líquido preseminal puede contener las misas concentraciones de VIH que el semen, al igual que las lesiones de la mucosa anal del receptor.