Una fachada común para esconder la homosexualidad
Una de las maneras más habituales en que los hombres gay esconden su orientación sexual es a través del matrimonio con una mujer. La meta es proyectar una apariencia falsa o forzarse a sí mismo a cambiar.
Si el hombre casado sabe en su interior que es gay, entonces puede ser que viva miserablemente o que, como sucede a menudo, opte por desarrollar dos vidas paralelas. Si es gay pero no está consciente de ello porque su estado de negación es demasiado profundo, quizás tenga una vida insípida sin saberlo.
En ambos casos, la percepción de la homosexualidad es tan negativa que las personas gay invalidan su identidad para sustituirla por otra que no es real. Para ello, deben crear un mundo de mentiras, aunque en algunos casos son honestos y confiesan a sus mujeres la atracción que sienten por otros hombres.
Presionados por la sociedad
Aunque contraer matrimonio heterosexual como fachada es visto con desprecio en general porque involucra a otras personas, incluyendo los futuros hijos, es comprensible que algunos hombres gay tomen esta decisión ya que desafortunadamente se sienten obligados por sus circunstancias. En los países donde la homosexualidad es penalizada hasta con la muerte, los gays optan por casarse para salvar sus vidas.
Si proviene de una familia muy religiosa, entonces a lo mejor ha sido indoctrinado desde la infancia sobre la obligación de formar una familia porque es mandato de Dios.
Hay numerosos ejemplos de situaciones similares que presionan al individuo a tomar una decisión que va en contra de su naturaleza. Sin embargo, con los años, se cansan de vivir con el antifaz de heterosexual y salen del clóset cuando sus hijos ya son mayores.
Sexo a escondidas
Al estar en relaciones heterosexuales sintiendo deseos homosexuales, los gay casados o de clóset, salen a la calle para satisfacer sus deseos sexuales, incluso con amigos gay.
Es posible encontrarlos en los saunas, por el carácter anónimo de estos establecimientos, o en los chat de Internet. Jamás van a ir a un bar gay por temor. Pero es probable que terminen engañando a sus mujeres, lo que más adelante puede causar una crisis familiar.
Los gays casados son extremadamente cuidadosos para no ser desenmascarados. Por eso se fijan en otros hombres muy discretos que no les exigen rendición de cuentas. A veces mantienen relaciones con un amante a largo plazo, que está preparado para aceptar ser el segundo plato de un hombre que se identifica secretamente como bisexual.
En algunos casos, estos hombres sí son fieles a sus esposas y se masturban con fantasías homosexuales.
Las mujeres por lo general sospechan de que sus esposos son gay o bisexuales y por lo tanto también tienen cierto grado de responsabilidad pues facilitan la mentira. Pero se niegan a ver la realidad por diversos motivos como la unidad familiar o porque están verdaderamente enamoradas y temen la soledad.
Salir del clóset tarde, pero mejor que nunca
Con la madurez, es posible que el hombre gay que se comprometió con una mujer y juntos formaron un núcleo familiar, decida que llegó la hora de salir del clóset con su esposa, sus hijos y la sociedad. Para esto se necesita valentía ya que es una decisión que, al menos en un comienzo, puede ganarle el rechazo de sus hijos por haber engañado a la familia.
Aunque es difícil, la iniciativa merece la pena la porque de nada vale vivir miserablemente, insatisfecho y frustrado. Aceptar la homosexualidad de sí mismo es un proceso que no necesariamente sucede en la juventud. A menudo escuchamos de hombres casados que finalmente decidieron salir del clóset para sentirse libres.
Si has decidido que estás listo para dar este paso, los siguientes consejos te servirán como guía para salir del clóset con tu esposa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agrega Comentario¡¡¡