El amor eterno es un sentimiento hermoso, pero no es un sentimiento que dura toda la vida, tiene fecha de caducidad. Esta fecha de duración depende de la proyección de idealización que se le imprime a la pareja, y en el tiempo que llegamos a descubrir las contradicciones, los defectos y virtudes del ser amado.
El amor está motivado por una necesidad fisiológica, este impulso puede originar reacciones imprevisibles.
Una conocida teoría en psicología es la de Robert Sternberg: La teoría triangular del amor. Según Sternberg el amor tiene tres componentes bien claros dentro de lo que entendemos como amor. El primero es la Confianza, en él se dan la necesidad de compartir deseos, sueños, ilusiones y confidencias con la otra persona y la satisfacción que se encuentra en que la otra persona escuche, atienda y responda a todas esas necesidades. La segunda es la Pasión, en ella se estipula el deseo de estar con la persona amada a nivel sexual, en la atracción y el deseo carnal.
Y por último tenemos, el Compromiso, que es la convicción de creer en el apoyo incondicional del otro y en que nunca se olvida al ser amado.
Por lo general tendemos a colocar al objeto de nuestro afecto en un alto pedestal, cuando en realidad es un ser humano igual a los demás.
Generalmente, cuando se siente estar enamorado y se empieza una relación amorosa con el objeto de nuestro afecto, se siente la mayor de las confianzas, se es una tumba abierta, se comparte todos los secretos y se habla hasta por los codos; se experimenta una pasión inigualable, la persona no se quiere despegar de su pareja, se quiere tener intimidad sexual en cualquier momento, el deseo parece no acabar y hasta se piensa en hacer el amor en cualquier lado ; y por supuesto, se es capaz de defender a la pareja cueste lo que cueste, aunque esa defensa derrumbe los más altos valores en la cual se cree, y pensamos que aunque el ser amado marche como corresponsal de prensa a una ciudad lejana y estará rodeado de bellos y fornidos modelos, sería incapaz de ver con ojos de deseo a otros, pues su corazón esta dirigido solamente hacia nosotros.
Este proceso de amor eterno en las parejas gays puede durar meses, un año, otros más optimistas creen que hasta dos años, pero según encuestas realizadas en parejas gays, es antes del primer año donde suele detonar la primera crisis. Y es que pensar que la pareja eterna y para toda la vida existe es un mito. ¿Pero porqué sucede tal creencia? es que idealizamos demasiado el amor y vestimos al ser amado con virtudes que sólo se ven en los cuentos de hadas, en las novelas románticas y en las películas eróticas.
El amor juvenil e inexperto tiende a idealizar la vida en pareja, pero después de la convivencia se ponen en
evidencia la realidad de la relación.
Cuando idealizamos a nuestra pareja y a la relación, la caída suele ser más dura y la decepción más dolorosa.
Pero amigo, no se desanime, lo primero que tienes que hacer es revisar tu relación, en que fallaste, en donde fallo él o ella, en que cimientos fueron basados el amor y la convivencia. Una verdadera relación de pareja sea homoerótica o heterosexual se basa primeramente en la sinceridad, la comunicación y en la experimentación, y en el razonamiento que surge de lo anterior. Por lo general creemos que el amor crece y nace del corazón, pero no es así, el amor surge de la cabeza, de la mente, acuérdese que el miocardio solo es el musculo que bombea sangre al cuerpo, pero todos los sentimientos y emociones se originan y se guardan en el cerebro.
El hombre por naturaleza es un animal erótico, la monogamía y la fidelidad en una imposición cultural.
Otro problema que encontramos en la relación homoerótica es la creencia de la Fidelidad. En primer lugar somos animales sexuales, somos eróticos en un cien por ciento, la monogamia existente es una imposición cultural y parte de la educastración. En nuestras mentes siempre esta presente los placeres sexuales y generalmente fantaseamos con el ideal que no corresponde con el de la pareja, y más cuando nos damos cuenta de sus defectos o cuando se nos cae del pedestal donde lo teníamos puesto. Entonces empezamos a picar flores fuera de nuestro jardín, y lo peor que podemos hacer es realizarlo en secreto y mentir, pues esto desgasta la relación y termina de romperla. Lo más sano es contar el affaire a la pareja y tal vez llegar a un acuerdo con respecto a esas situaciones, todo es hablar y conversar y llegar a un mutuo pacto o convenio sobre las relaciones “extramaritales”.
Para poder llevar una relación de pareja es necesario liberarse de la idea de que el matrimonio o la unión nos hacen uno, y eso es lo peor que puede suceder, cada ente en una relación es un individuo, claro que se unen por y con un fin común, el amor, pero cada uno tiene a su vez sus necesidades y deseos personales y lo que hay que hacer es ayudarse y complementarse, no basar la relación en cimentar mis preferencias o necesidades sobre el otro. Las parejas tanto gay como heterosexuales desde hace mucho dejaron de ser parejas atómicas, donde el otro giraba alrededor del otro, una relación verdadera es una relación nuclear donde cada individuo es un núcleo.
Cada vez son mas los gays y lesbianas que se comprometen a llevar una vida en pareja, la cuestión esta hasta donde llega el verdadero compromiso
Igualmente es necesario terminar con la idea de que los homosexuales por ser precisamente homosexuales no pueden tener una relación estable, es obligatorio e imperioso sacarse de encima esta costra de la culpa, el pecado nefando de la infelicidad perenne del gay y su lastre social, somos seres iguales con las mismas necesidades de afecto, de amor que cualquier otro, no tenemos ni tres cabezas, ni pezuñas, somos seres humanos con las capacidades e incapacidades de cualquier otro, no somos ni inferiores ni mejores, simplemente tenemos preferencias sexuales que nos hacen diferentes a los heterosexuales, y como ellos somos capaces de tener y querer una persona a nuestro lado por mucho tiempo, una relación que se base por supuesto en el amor, la confianza, la pasión (aunque esta disminuya), en el compromiso, en la sinceridad y lo más importante en la comunicación y la amistad.
Ernesto Larrese y Alejandro Vannelli, convirtiendo en legal su matrimonio
después de llevar una vida de pareja por 34 años... ¿Amor Eterno?
El amor eterno no existe, simplemente es una sensación psíquica compulsiva que todos sentimos al principio de una relación, es muy rica abrigarla y por supuesto compartirla y disfrutarla con el ser que es objeto de ese afecto tan fuerte como es el amor, la cuestión es mantener los pies sobre la tierra y no idealizar más allá lo que es y lo que debe ser una relación entre dos hombres que aunque se quieren no dejan ser entes diferente.
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