sábado, 9 de febrero de 2013

Masaje sensual de próstata

La próstata, además de ser una glándula esencial para el sistema sexual y reproductivo masculino, es un centro de placer erótico que merece una atención más esmerada. Quienes practican la sexualidad sagrada – como el Tantra y el Taoísmo – afirman que la próstata es capaz de generar un orgasmo masculino totalmente distinto al que se produce a través del pene.

Hay diferencias físicas y emocionales entre ambos tipos de orgasmo. El orgasmo con el pene tiende a ser fuerte y explosivo, pero termina rápidamente, mientras que el orgasmo prostático es más expansivo y sostenido, puede ser simplemente una ola de placer en la que navegamos durante varios minutos sin inicio ni final preciso. Sin embargo, las palabras no son suficientes para explicar algo que es mejor experimentar por ti mismo.

La recomendación es que primero comiences a explorar esta sutil zona erógena con un masaje sensual que te permitirá abrirte a esta nueva forma de sentir placer desde tu próstata. El siguiente ejercicio está inspirado en los masajes de próstata propuestos por el maestro taoísta, Mantak Chia:

Masaje de próstata paso a paso

1. La persona que recibe el masaje se acuesta boca arriba con las piernas algo separadas, las rodillas dobladas y la planta de los pies apoyada. Cierra sus ojos si lo desea, y si siente que hay confianza y buena conexión emocional con su pareja puede mirarla a los ojos. Comienza a inspirar y expirar profundamente.

2. La persona que da el masaje se conecta internamente con su corazón y su centro energético debajo del ombligo. Luego frota sus manos para activar la energía y calor en ellas. Empieza a inspirar y expirar al unísono con su pareja.

3. Levanta con delicadeza el pene y los testículos para poder dejar libre la zona del perineo, que se encuentra entre el escroto y el ano. Traza suaves círculos en esa zona por unos minutos en un sentido y luego en el otro.

4. A continuación presiona ligeramente el perineo hacia dentro de la pelvis. Haz este movimiento varias veces. Luego presiona con más firmeza hacia adentro, empujando de manera rítmica. Observa las reacciones de tu pareja y pídele que te diga qué le está resultando placentero y qué le pidiese causar molestias o incomodidad.

5. Antes de realizar los siguientes pasos, pídele permiso a tu pareja para tocarle el ano. Si no se sintiera cómodo con esto, entonces el ejercicio terminaría allí. Pero si él desea proseguir, pueden decidir usar guantes de látex – o protectores de látex para los dedos – para mayor higiene y seguridad durante el contacto. Recuerda que este masaje es una forma de sexo anal, y puedes practicarlo de manera segura también. Es importante que las uñas estén cortas y limadas para no lastimar la delicada piel del ano.

6. Antes de acariciar la zona externa del ano, toca suavemente otras zonas sensibles, como el abdomen, la parte interna de los muslos, los testículos y el pene. Hazlo sin detenerte en ninguna área en particular, con movimientos suaves, pero que hagan contacto con la piel. La idea es subir un poco el nivel de excitación de tu compañero.

7. Cuando notes señales de excitación sexual, tales como respiración más profunda y signos de erección, entonces procede a realizar suaves círculos con tu dedo alrededor del orificio anal, sin penetrar, tan sólo para estimular un poco esa zona y hacer que tu compañero adquiera confianza y se relaje ante esas caricias. Puedes humedecer tus dedos en algún lubricante o aceite para masajes que pueda ser usado en los genitales externamente e internamente, es decir, en la vagina y ano. Puedes conseguir este tipo de producto en algún sex shop.

8. A continuación, sigue estimulando ocasionalmente el pene y los testículos de tu compañero, y si la excitación continúa, introduce suavemente uno de tus dedos (puede ser el dedo índice) en su ano. Procura que haya suficiente lubricación en tu dedo para que se deslice suavemente hacia adentro.

9. Si todo va bien para tu compañero, introduce tu dedo un poco más adentro (unos tres centímetros), y cúrvalo hacia su abdomen, es decir, hacia la pared frontal del recto. Allí encontrarás la próstata, que tiene una forma circular parecida a una castaña, de entre 3 y 5 centímetros. Acaríciala suavemente por todos sus contornos, ahora puedes tocarla con un poco más de intensidad. Prueba también a introducir y sacar el dedo del ano a distintas velocidades, para estimular también todas las terminaciones nerviosas que lo rodean. Recuerda que tanto el ano como la próstata son muy sensibles a la excitación sexual.

10. Sigue masajeando mientras tu compañero disfruta y tú disfrutas dándole placer. Cuando sientas que sea el momento de terminar el masaje, saca tu dedo completamente, y coloca la palma de tu mano sobre el ano y el perineo por unos 5 minutos. Permanezcan ambos en silencio y con los ojos cerrados. Este gesto proviene de las técnicas de sexualidad sagrada, y significa sellar con amor el portal hacia el éxtasis que abrimos mediante el masaje. Al cerrarlo, estamos mostrando respeto hacia el cuerpo y la intimidad emocional de nuestro compañero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agrega Comentario¡¡¡