Algunos de los sentidos más gratificantes de la vida, como el sexo y el amor, pueden convertirse en una obsesión con efectos negativos en las personas que se valen de estos para escapar del los sentimientos de ansiedad, soledad, enojo y odio, así como para recibir gratificación instantánea. A esta dinámica se le llama adicción al sexo y al amor.
Hay personas que presentan problemas para controlar su propio comportamiento sexual pese a las múltiples y evidentes consecuencias negativas de dichas conductas. Estos problemas pueden ser leves, en ciertos casos, y en otros, drásticamente debilitantes. En ciertos sectores de la comunidad gay a menudo se cree que la compulsividad sexual es normal.
Las causas pueden ser psicológicas, como el uso del sexo y el amor para batallar la depresión, o biológicas, como la disposición genética y neurológica a la adicción.
¿Cómo saber si soy adicto al amor y al sexo?
A diferencia de la adicción al alcohol y las drogas, que se caracterizan por el consumo de sustancias específicas, la adicción al amor y el sexo suelen ser más abstractas. Es difícil determinar la línea que separa el amor y el sexo sanos, que son buenos para la vida, del amor y el sexo compulsivos, que son una patología.
Si tienes dudas por tus propios comportamientos o por los de otros individuos a quienes conoces, hay recursos de referencia que pueden ayudarte. Lo primero es comprender cuáles son las características de la adicción al sexo y al amor. Una vez que las identificas y aceptas, puedes comenzar el proceso de recuperación, que es un milagro maravilloso.
El grupo Adictos al Sexo y al Amor Anónimos (SLAA, por sus siglas en inglés), basado en el modelo de doce pasos patrocinado por Alcohólicos Anónimos, ha preparado una lista con dichas características que, con la meta de ayudar a quienes deseen explorar si tienen un problema – y con el debido permiso del grupo – presento a continuación. Los derechos de la lista son de © The Augustine Fellowship, Sex and Love Addicts Anonymous, Fellowship-Wide Services, Inc.
Características de La Adicción al Sexo y al Amor
Como no sabemos relacionarnos con los demás, ni donde empieza una cosa ni termina la otra, mantenemos relaciones sexuales y/o nos vinculamos afectivamente sin conocer a las personas.
Por miedo al abandono y a la soledad, prolongamos y reanudamos relaciones destructivas, nos ocultamos a nosotros mismos y a otros nuestra enorme dependencia de los demás y nos aislamos y sentimos cada vez más separados de amigos, personas a quienes amamos, de nosotros mismos y de Dios.
El miedo a no tener suficiente amor y sexo nos lleva a buscarlos obsesivamente. Nos vemos en una relación tras otra, a veces con varias personas al mismo tiempo.
Confundimos el amor con la necesidad afectiva, con la atracción sexual y física, con la pena por alguien y/o con la necesidad encontrar a alguien a quien solucionar los problemas o que nos solucione los nuestros.
Cuando estamos solos nos sentimos vacíos e incompletos y aunque nos da miedo la intimidad y el compromiso, buscamos sin cesar relaciones y contactos sexuales.
Transformamos la tensión, la culpa, la soledad, la ira, vergüenza, el miedo y la envidia en deseos sexuales. Utilizamos el sexo o la dependencia emocional como sustitutos del cariño, cuidado y afecto que otros obtienen en el seno de una relación sana.
Utilizamos el sexo y los enredos emocionales para controlar a los demás.
Las obsesiones o las fantasías románticas o sexuales nos paralizan y nos impiden concentrarnos en nuestras tareas diarias.
Evitamos las responsabilidades que tenemos hacia nosotros mismos vinculándonos a personas que no nos corresponden o no nos hacen caso.
Seguimos siendo esclavos de la dependencia emocional, del coqueteo romántico o de actividades sexuales compulsivas.
Para evitar que nos hagan daño, evitamos toda relación intima, confundiendo la anorexia sexual y emocional con la recuperación.
Atribuimos cualidades mágicas a los demás, los idealizamos y los perseguimos, para luego responsabilizarlos de que nuestras fantasías y expectativas no se hayan cumplido.
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